Toda la mala suerte que acumulamos a lo largo del torneo se invirtió un día. Pero lo del sábado pasado no fue solo suerte: fueron huevos y actitud. La actitud que hay que tener en todo partido en esta categoría y en especial en los partidos clave.
Porque parece que a SanBer hace falta que le toquen un poco el culo, que la amenaza del descenso directo se haga completamente presente para demostrar lo que puede dar.
Y así fue este mediodía de sábado en el que uno de los punteros vino con toda la confianza a enfrentar a un equipo que lo miraba desde el fondo de la tabla. En la previa, estos eran los puntos menos esperables para salvarse del descenso, y los puntos menos pensados en perder por partde de los de Mataderos.
El equipo formó así:
O.Vidal (5);
Henriques (6)
Rua (9)
Bentivegne(6)
G.Valenti (4);
Vazquez (6)
Donati (7)
P.Valenti (5)
Silva (6);
Volpe (6)
Villa (9)
Minutos antes de entrar al campo de juego, el Capitán había marcado el sendero a recorrer: concentración y orden durante los 85 minutos.
Sin embargo es algo que SanBer no pudo lograr en los primeros minutos. Por lo menos no hasta que Donati llegó a la cancha y la defensa se armó como estaba pactado.
Y pagó caro esos minutos de desequilibrio: Loguzzo, el goleador del torneo, se aprovechó del desorden y marcó un tanto en los primeros 5 minutos.
Distinta actitud demostró esta vez el verdeamarello frente a la adversidad: salió a buscar el partido como si estuviera 0-0. Y empezó a encontrar huecos a las espaldas de la defensa rival. Algunas combinaciones entre Donati, Silva, Vazquez y Volpe le dieron chances de concretar a Seba Villa.
El empate no llegaría hasta que Rodry Volpe estrellara un tiro libre en el travesaño y Villa empujara con la cara el rebote, a lo Palermo, haciendo que el balón ingresara por el único lugar físico que podía pasar.
La balanza se empezó a inclinar. Gardelitos comenzó a demostrarse nervioso por la magnitud del encuentro, y SanBer le empezó a doblar la muñeca desde lo psicológico.
Un detalle no menor para entender el desarrollo del partido es que se haya jugado en una cancha muchísimo más chica que las estandar, sumado al fuerte viendo que corría en Ezeiza. Por este motivo se hizo muy difícil jugar prolijo con la pelota al piso, y el pelotazo fue moneda corriente. Mas solo de esta forma se podía ganar un partido así: ya hemos vivido encuentros en los que a pesar de la prolijidad y la estética el rival nos gana con un arrebato más cercano al rugby que al fútbol.
Apenas comenzado el segundo tiempo el referí decidió inclinar la cancha con un penal inexistente a favor de Gardelitos. (quizás por algún comentario en el entretiempo sobre su persona).
Quizás la impotencia de ser estafado hizo que el equipo no decayera animicamente y que siguiera con la actitud bien en alto, luego de encontrarse 1-2 abajo.
Luego, la suerte que hace rato que no nos visita, se hizo presente en un momento clave: dos situaciones claras de los Gardeles dentro de nuestra área terminaron pegando en el travesaño y en un defensor en la línea. Esas fueron las señales de que el partido era nuestro.
Y así fue en una jugada por la izquierda de Yuri Donati, quien luego de aguantarla y llevarla hasta el corner, tiró un centro de zurda al primer palo. Como un fantasma apareció Seba Villa en el lugar indicado para peinarla y descolocar al arquero.
Con sacrificio (principalmente) y con un poco de fútbol aguantó SanBer el 2-2 un rato. Tuvo que salir Vazquez lesionado y por el desgaste que se había hecho hasta ese momento, el empate era un buen negocio.
Sin embargo, cuando faltaban quince minutos, un tiro libre intrascendente (por la distancia) en la mitad de la cancha quedó en manos de Facu Rúa.
El capitán acomodó y tiró un proyectil que se clavó en el ángulo superior derecho y desató la euforia verdeamarella. Montonera (peligrosa para la salud) en mitad de cancha arriba del Nº4. Caras de incredulidad del otro.
Aprovechando el nerviosismo rival, Villa le daría el golpe de knock out a los gardeles: corrida desde mitad de cancha a lo Burruchaga en el 86', gambeta al arquero y definición cruzada para festejar sacándose la camiseta y decir que el partidos se había terminado.
No hay mejor revancha de aquella promoción que Gardelitos nos empató y ganó por penales que ésta: victoria nuestra para salir del descenso, derrota para complicarse el título para ellos.
San Bernardo ganó porque fue un equipo con todas las letras, porque sus jugadores estuvieron en la misma sintonía los 80' y cada uno aportó su parte para la hazaña.
Se apoyó en una gran actuación del Gordo Rúa haciéndose cargo de manejar la defensa, demostrando que puede ser un gran zaguero. Contó con la presencia de Yuri en el medio, en un gran actuación tanto ofensiva como defensiva. Contó con el oportunismo del Nº9 Villa marcando su cuarto gol a Gardelitos, sobre 6 oficiales con esta camiseta.
Y no sólo tuvo esas actuaciones destacadas individuales. Si no que también el resto dejó todo lo que tenía a mano (hasta un hombro) para lograr este batacazo.
Felicitaciones a nosotros mismos por una semana. Todavía falta ganar todo lo que queda para salvarse. Nos queda este partido en el recuerdo, quizás como uno de los más motivos que jugamos, y el desafío de que no sea solamente pasado, sino que repitamos cada semana esta actitud individual y colectiva.
PMB
4 comentarios:
"...quizás por algún comentario en el entretiempo sobre su persona."
Jajajaja.
¡Vamos SanBer carajo!
".. encima este gordo cobra cualquier cosa.."
qué gente desubicada chee..
son gomas eh! jajajajajaaa mereciamos ese penal en contra por gomazzooos... Que te pasa lele, estas calentito?? jajajaja, te duele la cola todavia Campeon? ah no, cierto el campeonato lo perdiste con sanber, amargooooo!!!
y looos gardeelees no saleen campeooon, y looos gardeleees no saleen campeooon, porque saaaanbeeer, porqueee saaaaanber lo cooogioooooo(8)
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